Si te sorprendiste tranquilo, no sos el único. Ubicada en la cima del monte San Biagio encontramos, además de una vista fascinante, una particular estatua símbolo del lugar y de su fuerte arraigo religioso: el Cristo Redentor italiano.
Una vista desde el cielo
Menos famosa que su par brasilero, el Cristo Redetor de Maratea se encuentra en el pico del Monte San Biagio, el cual baja en una fuerte pendiente vertical hasta el puerto del cercano pueblo. Esta estatua tiene 21 metros de altura y la abertura de sus brazos llega a 19 metros. Imagínense que el rostro mide ¡ 3 metros! No por nada es una de las estatuas más altas en su genero. Es también simbólica la posición del Cristo, dándole las espaldas al mar y mirando al pueblo, en actitud protectora, y al Santuario de San Biagio, santo patrono de Maratea.
Hay un camino que conecta a ambos y recorriéndolo se puede gozar de una vista de 360 grados de todo el paisaje desde una altura impresionante. Además, en el camino te vas a encontrar con las ruinas de un antiguo castillo destruido por una invasión francesa en 1806. Básicamente te encontraras en un museo a al aire libre.
Mucho más que un simple monumento
El Cristo es relativamente nuevo (pensando en los grandes monumentos italianos), siendo construido en entre 1963 y 1965 por el escultor florentino Bruno Innocenti, llamado directamente por el Conde Stefano Rivetti. Este noble que se insertó en Maratea al principio de la década del '50 tuvo la gran idea de implantar la estatua allá arriba y se encargó de realizarla, soportando el coste y todos los inconvenientes que genera una obra de este calibre.
Pero no podemos que reconocer la visión a largo plazo que tenia este hombre ya que el Cristo, con el pasar de los años, se fue convirtiendo en el símbolo de la ciudad y sus pueblos vecinos, siendo el sitio turístico por excelencia de la región. De la mano con el aumento del turismo, la ciudad se fue haciendo más conocida y fue aumentando su desarrollo industrial.
En fin, tal vez en Conde Rivetti era un visionario, o simplemente un hombre muy religioso o, por que no, ambas cosas. Pero no esta en duda que su idea trajo muchas mejoras y una relativa fama a la pequeña ciudad y sus vecinas (que también se beneficiaron). Por eso el Cristo Redentor italiano resulta una atracción más que interesante para visitar y así seguir conociendo la hermosa Italia.
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